Los herederos. Eugéne Buland. 1887. Museo de Bellas Artes, Burdeos.

Página personal de Avelina García Colmenero.
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Aquí se está bien.



martes, 25 de noviembre de 2014

VENTANAS CEGADAS







Durante muchos años he estado ciega ante las casas de mis vecinos. No sabía apenas de sus vidas hasta que empecé a sacar fotos de sus casas, sus corrales, sus patios. Las ventanas de las casas deshabitadas en poco se diferencian de aquellas que ocultan la vida y costumbres de sus habitantes. Apenas la pintura de las fachadas de adobe, las cortinas floreadas, los tiestos en las rejas anuncian la cercanía de la gente.
En invierno la aldea se queda casi vacía. Huele a leña de olivo y a frío. El silencio carece de intención, está completamente limpio. 


CONTRA LA LUZ 1


UN POEMA MÍO QUE LE GUSTA A MI HIJO

CRIATURAS TENACES EN EL DESORDEN

“Y que el cantar que hoy cantas será apagado
un día por música de otras olas”

                                                        José Hierro
                                                                          
Miro mientras duermen.
Después, me retiro a los lugares que nos separan
cada  día. Me retiro, me aparto, convierto
mi existencia en el aire invisible
del que se alimentan.
Despido amablemente a sus amigos imaginarios,
quienes les enseñan nuevas palabras
que dan sentido al mundo
ancho y ajeno
de los telediarios
y de los deberes sin hacer.
Me despido hasta otro día
y apago la luz del pasillo.

Entonces rezo a la oscuridad,
espesura sin palabras
desde donde siempre acechas,
invierno cruel de la infancia,
y pido por ellos.
Doy gracias:
por las prisas de todas las mañanas,
por tantos desayunos derramados,
por sus lágrimas sin dolor y sin ternura.
regresarás cada noche y miraré tu rostro
sin miedo.

Déjalos aquí
anclados entre mis manos,
cada noche

mis criaturas tenaces en su desorden.