CRIATURAS TENACES EN EL DESORDEN
“Y que el cantar que hoy cantas será apagado
un día por música de otras olas”
José
Hierro
Miro mientras duermen.
Después, me retiro a los lugares que nos separan
cada día. Me
retiro, me aparto, convierto
mi existencia en el aire invisible
del que se alimentan.
Despido amablemente a sus amigos imaginarios,
quienes les enseñan nuevas palabras
que dan sentido al mundo
ancho y ajeno
de los telediarios
y de los deberes sin hacer.
Me despido hasta otro día
y apago la luz del pasillo.
Entonces rezo a la oscuridad,
espesura sin palabras
desde donde siempre acechas,
invierno cruel de la infancia,
y pido por ellos.
Doy gracias:
por las prisas de todas las mañanas,
por tantos desayunos derramados,
por sus lágrimas sin dolor y sin ternura.
regresarás cada noche y miraré tu rostro
sin miedo.
Déjalos aquí
anclados entre mis manos,
cada noche
mis criaturas tenaces en su desorden.
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